Esta construcción diseñada en 1965 por el icónico arquitecto Craig Ellwood en el barrio Los Feliz en los Ángeles, California fue cuidadosamente restaurada por los arquitectos Brett Woods y Joseph Dangaran quienes lograron preservar esta pieza del patrimonio arquitectónico de la costa oeste, rescatando lo mejor del modernismo de California. Se mantuvo el estilo de los interiores, con espacios abiertos, volúmenes limpios y rectos suavizados recurriendo al uso de madera, jardines arquitectónicos y amplios ventanales que ofrecen generosas vistas del paisaje urbano.
Fotos: Joe Fletcher
Esta construcción diseñada en 1965 por el icónico arquitecto Craig Ellwood en el barrio Los Feliz en los Ángeles, California fue cuidadosamente restaurada por los arquitectos Brett Woods y Joseph Dangaran quienes lograron preservar esta pieza del patrimonio arquitectónico de la costa oeste, rescatando lo mejor del modernismo de California. Se mantuvo el estilo de los interiores, con espacios abiertos, volúmenes limpios y rectos suavizados recurriendo al uso de madera, jardines arquitectónicos y amplios ventanales que ofrecen generosas vistas del paisaje urbano.
Craig Ellwood, arquitecto conocido por crear casas que fusionaban el modernismo con el estilo de vida relajado de California, dio vida a esta casa de 160 metros cuadrados la cual el estudio Woods + Dangaran tuvo la misión de actualizar, preservando la longevidad de la estructura para cumplir con las necesidades de rendimiento contemporáneas. Una construcción de gran estilo arquitectónico y patrimonial que debía mantener su espíritu modernista.
Un objetivo completamente conseguido que dio nuevos aires a los espacios, manteniendo su estilo original. Para el interior se recurrió al uso de materiales naturales cuidando mantener los detalles existentes. Así, las baldosas de cerámica en tonos tierra, el vidrio acanalado, los herrajes chapados en latón, los mármoles oscuros con vetas doradas, el granito negro y la teca en tonos miel, crean una paleta de colores y texturas que se percibe lujosa, pero a la vez muy cálida y acogedora.
Ambientes amplios, dispuestos en una planta larga y lineal abierta la cual permite una circulación fluida entre las áreas comunes y en donde amplios ventanales a ambos costados conectan con el exterior aportando luminosidad y amplitud al ambiente.
La decoración acompaña el estilo y la integridad de la casa original de Ellwood.
En todos los espacios coexisten piezas antiguas y contemporáneas que combinan con la estética de mediados de siglo de la casa y potencian aún más la armonía y concepto de esta propuesta.
En el living, destaca un gran sofá de cuero Arflex de Umberto Asnago, acompañado de dos mesas de piedra diseñadas a medida por los arquitectos, sobre las resaltan las estilosas lámparas Foscarini. En el comedor, por su parte, se dispuso una mesa de roble blanco junto a las sillas de diseño Overgaard & Dyrman, todo iluminado por una lámpara colgante de Florian Schulz.
Siguiendo la línea de las demás áreas de la casa, para el dormitorio principal también se utilizaron colores neutros y una paleta de materiales sobrios. La teca fue elegida para el revestimiento de paredes, un estante y los veladores. Con el respaldo de la cama, en cuero capitoné, se logra una armonía perfecta.
En el exterior, destaca un estanque koi, el cual fue parte del diseño original de esta propiedad y que aporta cierta personalidad al entorno. Además, se construyó una imponente piscina de entrenamiento de 18 metros la cual se observa desde el interior.
El resultado de esta renovación es una casa claramente modernista con cambios sutiles que se ajustan al estilo de vida de los propietarios y aprovecha al máximo su espacio.
Fuentes: wallpaper.com y thecoolhunter.net