La reinvención de un castillo en Italia

Ubicado en la campiña italiana de la región de Umbría, en medio de cipreses y rodeado de un ambiente campestre, el hotel Castello di Reschio abrió sus puertas y promete ser un destino perfecto para quienes buscan calma y exclusividad. Y es que no es cualquier hotel, sino uno que revive la historia de un castillo del siglo X, para el cual, su actual dueño, el Conde Benedikt Bolza -arquitecto y diseñador- ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Una restauración impecable que respeta el pasado y reinterpreta los espacios con singular excelencia.

Conocida por sus ciudades medievales, por ser la cuna de santos, por las catedrales góticas que dominan el paisaje y por los frescos renacentistas que adornan pequeñas iglesias, Umbría también suele ser señalada como el corazón verde de Italia y como una región famosa por sus trufas negras, y vino blanco fresco y seco. En este idílico paisaje emerge el hotel Castello di Reschio, una majestuosa construcción que data de 1050 que tardó una década en ser cuidadosamente restaurada para convertirse en un hotel único, en el cual se respira su historia.

Con un estilo ingenioso, elegante y suelto se reinterpretan los espacios que el siglo XIII habría habitado la familia de los Marchesi Dal Monte Santa María y que en el año 1355 quedaría bajo la influencia de Sacro Imperio Romano Germánico.

Tras pasar por varios propietarios, el deterioro del castillo y del territorio fue inminente, pero en 1984, al convertirse en dueño de este terreno de 1500 hectáreas, el conde Antonio Bolza y su mujer, sembraron la idea de transformar y reacondicionar el lugar, iniciativa que tras estudiar arquitectura en Londres, su hijo Benedikt, haría realidad varios años más tarde.

Este fue un desafiante proyecto que tras vivir durante 10 años junto a su mujer y sus cinco hijos fue cobrando vida. Con el objetivo de proteger y restaurar este extraordinario rincón de Italia, la idea implicaba transformar las 50 casas de campo distribuidas en el terreno en casas particulares. Tras esta reforma, los ojos se volcaron al castillo milenario, lugar que hoy combina el estilo italiano original con el carácter salvaje de la campiña de Umbría que lo enmarca.

Las habitaciones y suites presentes en el castillo están imbuidas de personalidad y estilo, gracias a un enfoque orgánico del diseño contemporáneo que hace además un guiño a los intrigantes personajes que una vez llamaron a este, hogar. Cada pieza tiene su propio carácter y los espacios están llenos de obras de arte antiguas y pinturas al óleo.

Son 36 habitaciones, de las cuales 30 están distribuidas en el castillo y las otras seis fuera de los muros en la antigua sacristía. Dos de ellas tienen jardines privados y todas cuentan con un diseño de época adaptado a las necesidades actuales.

En el diseño de este hotel, su creador, puso gran énfasis en los detalles, los cuales abundan por todas partes. Para la remodelación se utilizaron materiales de origen local como el roble antiguo o el mármol travertino fabricado por artesanos locales. Así, los suelos de madera, las cortinas de lino, los tejidos italianos, los tocadores, las camas y las lámparas hechas a medida combinan armoniosamente con la esencia original del lugar. Las antigüedades son recurrentes en la decoración y los retratos y objetos originales seleccionados delicadamente en ferias y mercados de antigüedades locales dan un sello único.

En el exterior, una piscina natural al aire libre que refleja el paisaje sublime, invita al descanso. Lugares mágicos que revelan detalles del pasado y de lo que pudo ser la vida de los fascinantes personajes que atravesaron los muros de este castillo. Ambientes y experiencias que se orientan a vivir el lujo de habitar el presente en espacios ricos en historia.

 

Fotos y fuentes: Castello di Reschio, reschio.com, revistaad.es; Traveler.es.