Fuerza Solar

Creada por Grupo Habita para viajeros con una atracción por los elementos naturales, esta propiedad exclusiva de villas de inspiración brutalista – la que abrió recién en febrero de este año- invita a los huéspedes a observar y conectarse con la costa de Oaxaca.

Muy poco impacto y totalmente sustentable, esas fueron algunas de las primisas que se usaron para crear este lugar. Construido exclusivamente con materiales locales y técnicas que enfrían los espacios naturalmente —sin aire acondicionado—, este hotel de Grupo Habita aloja solo 14 villas interconectadas, cada una con piscina privada, ducha exterior y terraza con vistas hacia las montañas.
Con estructuras de inspiración brutalista y espacios abiertos, Alberto Kalach y su laboratorio TAX fueron los responsables de crear un espacio atemporal y excepcionalmente moderno. Para inspirarse, Kalach imaginó cómo los extraterrestres podrían volver a imaginar un
hotel en la Tierra. A través de esta lente, obtuvo una nueva perspectiva de los fundamentos y pudo considerar cada detalle con asombro. El resultado es un diseño fresco y audaz que evoca, para algunos, lo prehispánico y, para otros, algo de otro mundo.
Construido con materiales de construcción que se obtienen dentro de un kilómetro del hotel o creados en la propiedad, Terrestre se adhiere a una estricta mentalidad de materiales en bruto. Desde la orientación de los edificios hasta el diseño del sistema
de energía, cada rayo de luz se recibe y aprovecha: el hotel funciona con un 100 % de energía solar.
El ladrillo color arenoso, la madera, el hormigón y la arcilla crean una conexión inmediata y permanente con la tierra que inspiró también la paleta cromática. La oficina de diseño interior RB + K y el mexicano Óscar Hagerman —quien diseñó el mobiliario— contribuyeron a dar vida a este proyecto que tomó tres años. El jardín, el área dedicada al bienestar (que consta de una piscina circular y de un spa hexagonal, entre otros), el restaurante al aire libre que rinde homenaje a la tradición culinaria mexicana y el beach club complementan la experiencia, la que hace de este lugar un imperdible si se anda por la costa mexicana del Pacífico. Además este lugar esta muy cerca de Casa Wabi de Tadao Ando, lo que lo hace aún más interesante.

En resumen un imperdible de Puerto Escondido.