A sólo 70 metros de la costa, dispuesta en un terreno ubicado en Puerto Escondido- entre el Océano Pacífico y la cordillera de Oaxaca – México, se impone como una visión de sueño, levantada a cinco pies de altura, una sublime edificación que convive con el entorno y respeta su nobleza.
Fotos: Rafael Gamo
Ganadora de varios premios y reconocimientos, Casa Cova, proyectada por el estudio mexicano Anonimous- el cual privilegió el uso de materiales adaptados a un clima tropical y técnicas regionales- proporciona vistas sublimes desde todas partes.
Esta residencia fue concebida para trabajar con su contexto natural. La madera de parota, el concreto y la vegetación local fueron privilegiados y tienen un rol predominante. De esta manera se recurrió al uso de hojas de palmeras secas de origen local en paredes y techos y a la madera antes mencionada para la carpintería. El uso del hormigón en la estructura también responde a las necesidades ambientales: la constante intensidad del sol y la salinidad del lugar exigen un material que envejezca bien sin necesidad de tener mucho mantenimiento.
Diseñada como una casa de vacaciones para dos familias, se crearon dos sectores independientes, pero conectados a través de áreas recreativas comunes.
Así, una gran área común central de techo alto contiene una sala de estar, un comedor y un bar bajo una palapa de 30 metros de largo fabricada con hojas secas de palmera para enfriar los espacios de manera más sencilla y natural adquiere un rol central.
Tanto las habitaciones privadas como el espacio central comparten la vista y el acceso y, en el centro, destaca una piscina y áreas recreativas sombreadas que miran hacia el océano. ¡Una vista soñada desde donde se mire!
La paleta de colores y de materiales utilizados para el diseño de esta residencia es sobria y armónica. El uso de materiales orgánicos y el concreto responde a que se construyó utilizando técnicas de artesanía regional, así como también se utilizó para la decoraciones interiores.
En esta construcción, las salas principales, los planos entrelazados y los techos altos evocan las alturas alternas de las gigantescas cámaras de las ruinas arqueológicas de Mitla, yuxtapuestas con los pasajes privados más pequeños que se encuentran comúnmente en la arquitectura regional precolonial.
Casa Cova, un lugar de reunión que respeta y destaca el entorno.